Desmonte clandestino en “La Pepa”
Repetidamente escuchamos que los funcionarios afirman que el manejo del monte chaqueño es absolutamente sustentable y que todo está bajo control. Esta prédica ha generado ilusiones y esperanzas en muchos sectores sociales y productivos del Chaco. Mientras tanto, la realidad marca que las explotaciones forestales, los silvopastoriles y los desmontes ilegales superan holgadamente a los autorizados por la Dirección de Bosques a lo largo de un proceso que se acumula por década en el manejo insustentable y predador del monte nativo.
Desmonte ilegal en Zona Roja
Después de que el Instituto de Colonización desadjudicara a María T. Campos en el año 2004, este campo fiscal fue incluido como parte de la Reserva de 250.000 hectáreas. Posteriormente, esta parcela quedó comprendida en la Zona Roja, según la Ley de Ordenamiento Territorial de Bosques. Sin embargo, allí se instaló el Establecimiento “La Pepa” y se desmontó clandestinamente 418,6 hectáreas. Para evitar equívocos o desmentidos, se tomaron tres puntos del monte topado, que dieron las siguientes coordenadas S 25° 35.189’ W 62° 25.630’, S 25° 34.903’ W 62° 23.872’ y S 25° 34.911’ W 62° 25.348’.
El mal funcionamiento de la Dirección de Bosques
Pocos pueden negar que la Dirección de Bosques funciona mal. Tampoco que históricamente ha sido una comercializadora del monte chaqueño, fuertemente influenciada por la burocracia, la ineficiencia, el tráfico de influencia y la corrupción. El desmonte clandestino en análisis pudo no haber sido detectado en tiempo real por el Centro de Geoinformación o, directamente, permanece aún por fuera de los controles. En cualquiera de los dos casos, queda en evidencia que el sistema no funciona bien, que es lo mismo que decir que continuarán las explotaciones forestales, los silvopastoriles y los desmontes ilegales, como hechos consumados que algunas veces serán objeto de infracciones, aunque el pago de estas convenga a los productores para continuar con las prácticas clandestinas. Pero la situación sería mucho más grave para la Dirección de Bosques y sus funcionarios, en coordinación con el Centro de Geoinformación, en el caso de que el desmonte haya sido detectado en tiempo real y no se lo haya intervenido para paralizarlo, o habiendo sido detectado a través de un control tardío el organismo no hubiera intervenido siguiendo los pasos que contemplan la ley y la reglamentación. La policía provincial no fue requerida por la Dirección de Bosques para proceder como correspondía, con lo cual ya se tiene una idea aproximada de lo ocurrido. En cualquier caso, este desmonte ilegal, realizado en tierras públicas, pone definitivamente al descubierto el mal funcionamiento de la Dirección de Bosques y, por añadidura, del Ministerio de la Producción.
fuente: centro mandela
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